Arganda se enfrentaba a Alcorcón después del varapalo de la pasada jornada con la duda de jugar contra otro desconocido, con un punto menos que los visitantes, los locales esperaban contar con la plantilla completa para quitarse la espinita que tenían dentro por el repaso de Leganes.
La primera partida la jugaron por Arganda: Ismael y Javier Martin, siendo: Ramón Villa y Rubén Fuentetaja, los componentes de la pareja foránea. Arganda dominó la partida de principio a fin, los visitantes fueron siempre a remolque, no pudiendo con la seguridad de los locales, que se impusieron por treinta y cinco a veinticinco en treinta y tres minutos. Los locales se afianzan como pareja, y pueden dar buenas tardes al equipo argandeño.
Javier Díaz y Juan Manuel Martín, compusieron la pareja que se enfrentaba a: Aitor Sánchez y Agustín Agudo pareja de Alcorcón. Javi y Juanma, pasaron por encima de los los visitantes sin paliativos, dominaron con fuerza a la pareja visitante que no fue capaz de estar a la altura de los contrarios, Javi domina la delantera con seguridad, se ha adaptado bien a la competición, esperamos que le respeten las lesiones ya que jugaba después de estar una semana en paro por culpa de una pequeña rotura, Juanma, jugaba su primera partida este año, y no se le ha notado la falta de competición, se adaptó a su compañero y dominó la zaga con fuerza y categoría , el resultado lo dice todo: treinta y cinco a nueve en quince minutos.
En la tercera partida jugaron por Arganda: Carlos Orejón y José Ricardo Revuelta, pareja fija desde el principio de la temporada, y parte del verano, que jugaron varios torneos juntos, se han afianzado en el juego, compenetrados a tope, cada vez mejor en su juego. Jonathan Fuentetaja y Daniel Aguilar, componían la pareja visitante. Los locales fueron los dueños de la partida durante todo el tiempo que duró, el buen saque de Jose, y la seguridad de Carlos en la Zaga, hicieron que los visitantes fueran debajo en el marcador toda la partida, a mitad del juego cambiaron las posiciones, pero no sirvió de nada, los locales no se inmutaron, siguieron con el mismo juego, seguros, sin fallos y muy compenetrados, para ganar por treinta y cinco a dieciséis en veinticinco minutos.
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